16/4/2019

Guía definitiva sobre la testosterona y sus efectos

Os explicaré por qué es tan importante para el correcto funcionamiento del organismo y su incidencia en la salud de los hombres y las mujeres. La testosterona es la hormona sexual por excelencia.

¡Hola a todos! Hoy cierro la serie de artículos que he dedicado en el blog a las hormonas y lo hago con un post sobre la testosterona. Os explicaré por qué es tan importante para el correcto funcionamiento del organismo y su incidencia en la salud de los hombres y las mujeres. La testosterona es la hormona sexual por excelencia.

¿QUÉ ES LA TESTOSTERONA Y CÓMO SE PRODUCE?

Se trata de un andrógeno que encontramos en mamíferos, reptiles, aves y todo tipo de animales. La testosterona es producida principalmente por los testículos en los varones y por los ovarios mujeres, aunque cabe decir que las glándulas suprarrenales pueden segregar pequeñas cantidades en ambos géneros. Es una hormona esteroidea que proviene del colesterol, hasta el 95% de ella se produce en los testículos de los hombres, especialmente en las células de Leydig aunque las células de Sertoli también necesitan  una pequeña cantidad de testosterona necesaria para la espermatogénesis (la nueva formación de espermatozoides). En el caso de las mujeres suele producirse por las célulasfoliculares  de los ovarios, por la placenta, y en ambos casos (hombres y mujeres) una pequeña porción de la testosterona se crea en la cápsula suprarrenal. La mayoría de la testosterona se encuentra fijada a dos proteínas en el plasma: la globulina fijadora de hormonas sexuales (SHBG) y la albúmina.

La fracción que resta y que no está unida a estas dos proteínas es lo que se define como testosterona libre y es la que realmente se encarga de realizar las funciones finales a nivel muscular, cardíaco, sexual etc. La liberación de testosterona está regulada por el eje hipotálamo-hipofisario testicular en el caso de los hombres, cuando el organismo se ve obligado a liberar esta hormona por diversas circunstancias, el hipotálamo segrega hormona liberadora de gonadotropina (GNRH), esta hormona estimula a la glándula pituitaria para liberar LH (hormona luteinizante), que a su vez ayudará a los testículos para sintetizar testosterona.La testosterona en plasma tiene diferentes vías metabólicas. Del 7% al 10% pasa a traves de la enzima reductasa, transformándose en la 5 Alfa dihidrotestorena (DHT), la cual es la fracción de testosterona más activa a efectos androgénicos.

Este proceso se produce principalmente en los órganos sexuales masculinos y en los folículos pilosos. Entre el 0,3% y el 0,5% de la testosterona es convertida a estradiol por la enzima aromatasa, que se encuentra en el cerebro, el hígado o el tejido adiposo. La testosterona en plasma en personas adultas es diez veces superior aproximadamente en hombres que en mujeres.

EFECTOS DE LA TESTOSTERONA EN EL ORGANISMO

-Efectos androgénicos

Son aquellos que son producidos como consecuencia de la maduración de los órganos sexuales, de forma que la testosterona permite el crecimiento y alargamiento del pene desde la edad fetal a la adulta, el agrandamiento de los testículos, la formación del escroto y los signos masculinizantes en general. Entre ellos encontramos:

  • Caída del cabello
  • Estimulación de las glándulas sebáceas a nivel de la piel y el cabello (lo que puede conducir a alopecia androgénica)
  • Efectos en la tesitura de la voz
  • Crecimiento de la barba y el vello corporal
  • Características específicas y efectos sobre la emocionalidad y la personalidad (agresividad, impulsividad, búsqueda de emociones fuertes etc)

-Efectos anabólicos

Son los que se refieren a la hipertrofia y el crecimiento de masa muscular, a la fuerza, a la mineralización y el grado de densidad ósea o al crecimiento longitudinal que se produce en los primeros años del ser humano. Los efectos anabólicos también permiten la regeneración de los ligamentos y todos los tejidos blandos de las articulaciones.

EFECTOS FISIOLOGICOS DE LA TESTOSTERONA

Podríamos diferenciarlos en función de las edades de la siguiente forma:

  • A nivel fetal: los efectos androgénicos que se produzcan antes del nacimiento determinarán el sexo del bebé. La testosterona toma protagonismo a partir de la quinta o sexta semana de gestación, es en este momento cuando se produce el crecimiento y desarrollo de la uretra fálica, del pene, de los testículos, la próstata y todas las características que van a determinar que en el momento del nacimiento el bebé sea un varón en el caso de que haya estado expuesto a más testosterona o una hembra si no lo ha estado.
  • A partir de los 9-10 años es cuando se produce una activación más clara en cuanto a la liberación de testosterona. Acontece un aumento en la liberación por parte del hipotálamo de la hormona liberadora de gonadotropinas (GNRH), que permite que la hipófisis comience a realizar pulsos elevados de LH y FSH, que son las gonadotropinas encargadas de activar al testículo para que se empiece a producir la formación de esperma y de testosterona. Hay que apuntar que en este proceso existen variables, ya que hay niños que comienzan a producir testosterona a los 9 años y otros que empiezan a los 15, sin ser ninguno de estos casos patológico. Es justo en este momento cuando comienzan a manifestarse efectos androgénicos como el olor corporal, alteraciones del PH de la piel, acné, crecimiento de vello a lo largo del cuerpo (en especial a nivel genital y axilar), aumento de la estatura o maduración de los huesos y la masa muscular.
  • Hasta los 18-19 años se va produciendo un aumento constante en la producción de testosterona que origina todos los cambios masculinizantes que aparecen en la adolescencia (aumento de la mandíbula, la barbilla y las cejas, mayor musculatura en la caja torácica o las piernas etc. También se incrementa la líbido y la frecuencia de las erecciones, en especial matutinas que es cuando se libera más testosterona). En definitiva, todos los aspectos que inciden en la formación del hombre adulto.

Mantener niveles adecuados de testosterona en la edad adulta es importante tanto para el hombre como en la mujer. Niveles correctos de esta hormona son necesarios para la formación de espermatozoides y que éstos tengan capacidad viable para poder inseminar y unirse al óvulo, de hecho se ha observado que cuando la testosterona se encuentra en niveles adecuados es capaz de modular positivamente genes de las células sertoli, que son los que favorecen la espermatogenia.

ASPECTOS IMPORTANTES SOBRE LA TESTOSTERONA

La testosterona es la encargada de mantener la masa muscular y favorecer junto a otras hormonas a los estímulos deportivos y la expresión de proteínas musculares. Esto es un detalle clave ya que a partir de los 35-40 años se produce un descenso en la testosterona y existe mayor predisposición a perder masa muscular, con todas las repercusiones que conlleva la sarcopenia (pérdida de masa muscular, resistencia a la insulina, osteoporosis o inmunodepresión).Por otro lado, la testosterona también favorece la formación de glóbulos rojos y es importante para no caer en estados anémicos. Con niveles adecuados de esta hormona ayudaremos a mantener un hematocrito óptimo y de esta forma podremos adaptarnos mejor al deporte que realicemos. La testosterona regula determinados receptores de tromboxano y de plaquetas, con lo que la coagulación depende íntimamente de las concentraciones de ella.

Patologías cardiovasculares y procesos inmunológicos

A pesar de que esta hormona ha estado vinculada en muchas ocasiones a patologías cardiovasculares, la realidad es que el mantenimiento de la testosterona en hombres de la tercera edad ha demostrado mejorar varios parámetros asociados a estas enfermedades; tener más testorena implica tener mayor masa muscular, con lo que existirán más receptores a la insulina y aumentarán las posibilidades de oxidar la glucosa y los ácidos grasos. Por todo ello, determinadas patologías asociadas a la hipercolesterolemia, triglicéridos altos o resistencia a la insulina pueden ser prevenidos con un mantenimiento de la testosterona. Cabe recordar que el corazón es el músculo que tiene más receptores de testosterona, de forma que en algunos procesos de insuficiencia cardíaca la testosterona ha ayudado a mejorar la evolución al igual que ocurre con el sistema inmunológico.La testosterona se encuentra asociada con la inmunidad y sobre todo con los procesos antiinflamatorios, las personas con niveles más altos son capaces de desinflamar los tejidos de forma más rápida, aunque también se ha observado que la testosterona alta provoca mayor predisposición a infecciones bacterianas, víricas, fúngicas o parasitorias en relación a las mujeres, que son más resistentes a las infecciones pero suelen ser más susceptibles respecto a las enfermedades autoinmunes.

Emociones y comportamientos de las personas

Sin lugar a dudas, hablamos de una hormona que tiene incidencia en los comportamientos y las emociones de las personas. Al tener niveles diferentes de ella, la testosterona responde de manera distinta en los hombres que en las mujeres. Está relacionada con la determinación e incluso con la autoestima y la capacidad de enfrentarse a problemas o situaciones cotidianas. Por supuesto, la sexualidad y la forma que tenemos de acercarnos a ella se ve condicionada por la testosterona y varía en varones o hembras. Existen estudios que han demostrado que los niveles de testosterona pueden ascender o descender en situaciones como el enamoramiento, una ruptura sentimental o estímulos relativos al trabajo. Insisto, gran parte de nuestras relaciones personales tienen un vínculo muy fuerte con la testosterona.

TESTOSTERONA Y RENDIMIENTO DEPORTIVO

Tanto por sus efectos androgénicos como anabolizantes, la testosterona es una hormona fundamental para el correcto desarrollo del rendimiento deportivo, de ahí que tanto ella como sus derivados anabólicos hayan sido utilizados en ocasiones como estrategias de dopaje. La testosterona favorece la formación de glóbulos rojos por parte de la médula ósea, con lo que permite un mayor hematocrito y más transporte de oxígeno a los músculos cuando una persona realiza deporte. Es claramente beneficiosa en la actividad aeróbica.

De la misma forma, la testosterona favorece la expresión génica que ayuda a la formación de proteínas y la hipertrofia muscular, por ello en ejercicios de potencia o actividad anaeróbica permite la ganancia de masa muscular y el crecimiento de los tejidos. También produce resistencia en los ligamentos y tendones, así como una recuperación más rápida de lesiones o cirugías traumatológicas porque favorece la remineralización ósea y la consolidación ante las fracturas de los huesos.La testosterona ayuda en la conexión neuromuscular, con lo que durante los entrenamientos las sensaciones son mucho mejores. Por su efecto androgénico y la activación de los receptores a nivel cerebral, ayuda en la formación de dopamina y endorfinas, generando mayor grado de euforia y que la persona tenga más ganas de entrenar (al aumentar el umbral del dolor pueden realizarse entrenamientos más exigentes).

Esta hormona también produce una depuración más rápida del ácido láctico, con lo que la capacidad de enfrentarse a un rango de entrenamiento anaeróbico es mucho mayor al poder exponerse mejor al entorno que produce el ácido láctico a nivel muscular. La Testosterona favorece la producción de óxido nítrico, con lo que la vasodilatación muscular es mayor y con ello la llegada de oxígeno y nutrientes al músculo.Hay que advertir que la testosterona hace que el corazón pueda contraerse con mayor eficiencia y produzca una hipertrofia ventricular izquierda que es beneficiosa para los deportistas de rango aeróbico, pero a largo plazo podría conducir a insuficiencias cardíacas si es mal controlado.

TESTOSTERONA EN LA MUJER

Como hemos comentado anteriormente, la mujer produce unas diez veces menos de testosterona que el hombre y a su vez las concentraciones libres que existen en plasma suelen ser unas veinte veces menor que en los varones. De ahí que la capacidad de hipertrofiar, generar potencia, enfrentarse a entrenamientos más duros y la velocidad de la recuperación sea menor. Esto explica las diferencias existentes entre ambos sexos en relación al rendimiento deportivo. En la mujer la testosterona se produce en una pequeña fracción en los ovarios y en la cápsula suprarrenal. Durante la edad fértil los picos de esta hormona llegan entre los días 12 y 16 del período menstrual, de forma que es en ese tiempo cuando la mujer debe aprovechar para realizar sesiones de entrenamiento más exigentes (principalmente al fallo muscular). En esta fase la mujer se va a encontrar con mayor euforia y en ocasiones es recomendable realizar sesiones dobles o reducir los tiempos de descanso ya que en estos cinco días su cuerpo tiene más testosterona que en el resto del mes.

Los picos de esta hormona llegan entre los días 12 y 16 del período menstrual,  que es cuando la mujer debe aprovechar para realizar sesiones de entrenamiento más exigentes

Testosterona y ovario poliquístico

Durante el siglo XXI se ha extendido una oleada de casos de síndrome de ovario poliquístico asociado a la resistencia a la insulina de los receptores musculares periféricos, lo que hace que muchas mujeres adolescentes estén sufriendo hiperexpresión de formación de testosterona en las células foliculares de su ovario. En estas mujeres suele existir una resistencia a la insulina desde años atrás, esto hace que al llegar a la adolescencia el exceso de insulina circulante en sangre produzca una hiperactividad de las células foliculares que genere quistes que dan lugar a una liberación excesiva de testosterona. Este proceso puede ocasionar todos los síntomas derivados del ovario poliquístico: alopecia, acné, retención de líquido, aumento de peso, hipertensión sanguínea, acantosis nígricans etc. Por desgracia, muchas veces se intenta abordar este problema con anticonceptivos pero el problema de base es una resistencia a la insulina periférica.

CORTISOL Y TESTOSTERONA

Es importante conocer el vínculo antagónico que existe entre cortisol y testosterona, ya que la primera de ellas es la hormona catabólica por excelencia y es liberada por el organismo ante todo sobreestrés físico, emocional y en procesos de hipoglucemia. Su exceso puede conducir a catabolismo muscular en busca de la neuglocogénesis, alteraciones del sistema inmunológico o de los receptores de la insulina periféricos que pueden provocar resistencia a la insulina y síndrome metabólico. Por su parte, la testosterona es una hormona anabólica que compensa cualquier exceso de cortisol, de forma que el índice testosterona-cortisol es muy importante para todo deportista o persona que se exponga de forma crónica al estrés físico o emocional.Los hombres con testosterona baja tienen menor sensibilidad a la insulina. Esto provoca que a la hora de enfrentarse al sobreentrenamiento deportivo o a situaciones de estrés alargadas en el tiempo, no compensen de la misma forma las elevaciones de cortisol. Se ha comprobado que cuando el índice cortisol-testosterona se encuentra muy elevado existe mayor incidencia de problemas cardiovasculares isquémicos, alteraciones de la presión arterial, dislipemias y todo el conjunto de síntomas asociados al síndrome metabólico.

HIPOGONADISMO Y TESTOSTERONA

El hipogonadismo es el déficit de testosterona que puede llegar asociado con la deficiencia en la producción de esperma o no. Podemos encontrarnos con hipogonadismos primarios en los cuales existe un trastorno funcional del testículo o un hipogonadismo secundario en el que el eje hipotálamo-hipofisario se encuentra alterado y el testículo no está siendo estimulado por las gonadotropinas. Ambos cuadros pueden ser congénitos o adquiridos como consecuencia del envejecimiento, exposición a fármacos o a diversas lesiones.

  • Por tanto, el hipogonadismo primario sería aquel en el cual el testículo no produce testosterona y en muchas ocasiones espermatozoides. Puede deberse a causas congénitas como el síndrome de klinefelter (que suele ser la más frecuente en este tipo de hipogonadismos), alteraciones en determinados cromosomas, mutaciones en el gen del receptor de la FSH o la LH (de forma que aunque el organismo las libera, las gonadotropinas no pueden asociarse a los receptores de la superficie de los testículos), criptorquidia y varicoceles congénitos. Dentro de las causas adquiridas tendríamos procesos en los cuales el testículo se ha expuesto a lo largo de la vida a determinadas circunstancias que inhiban la producción de testosterona como pueden ser: radiación, quimioterapia (por ello muchos hombres que se someten a estos tratamientos donan esperma antes del proceso), exposición a glucocorticoides, esteroides anabolizantes, tóxicos ambientales, traumatismos o cirugía testicular, enfermedades autoinmunes o el envejecimiento. En este tipo de pacientes se suele observar que los niveles de testosterona en sangre se encuentran disminuidos y los de LH y FSH elevados debido a que el hipotálamo y la hipófisis reconocen que existe deficiencia de testosterona e intentan elevar las gonadotropinas de forma compensatoria.
  • El hipogonadismo secundario está relacionado con problemas que afectan al eje del hipotálamo y la hipófisis, de forma que estas glándulas centrales serían incapaces de liberar gonadotropinas (FSH y LH) y a pesar de encontrarse en buenas condiciones el testículo no es capaz de liberar los pulsos de testosterona. A su vez, dentro de este tipo de hipogonadismo encontramos causas congénitas como puede ser una deficiencia en la liberación de GNRH por parte del hipotálamo, determinados síndromes asociados a retrasos cognitivos mentales o mutaciones por las cuales no se producen liberaciones de gonadotropinas. Entre las causas adquiridas debemos señalar hiperprolactinemia, fármacos que hayan producido inhibición del eje hipotalámico-hipofisario (glucocorticoides, morfina, heroína, determinados esteroides), anorexia, resistencia a la insulina, obesidad, diabetes o algunos tumores que puedan afectar al correcto funcionamiento del eje hipotalámico-hipofisario.

Síntomas del hipogonadismo

A excepción de los hipogonadismos congénitos (que son aquellos en los que los niños nacen con déficit de testosterona y a los que hay que aplicar testosterona de forma crónica a partir de la adolescencia) vamos a abordar la andropausia, un hipogonadismo inducido por el envejecimiento en el cual el testículo comienza a dejar de producir testosterona con el paso del tiempo. Es un proceso que empieza a partir de los 30 años, cuando los niveles de testosterona comienzan a disminuir entre un 15-20%, de forma progresiva este descenso llega al 50% menos de la testosterona producida en la adolescencia sobre los 50 años. La andropausia suele ir acompañada de una elevación de la SHBG (globulina fijadora de hormonas sexuales), que es un tipo de proteína que se encuentra en el plasma sanguíneo y que cuanto más altas son sus concentraciones más satura a la testosterona haciendo que exista menor biodisponibildad de testosterona libre.

Por otra parte, con el paso de los años se produce otro proceso: la aromatización. La testosterona se convierte en estrógeno y ésta compite a la hora de fijarse en los receptores sexuales, por lo que a partir de los 35-40 años tenemos menores concentraciones de testosterona y mayores de estrógeno en el hombre. Este hecho se ve pronunciado porque la resistencia a la insulina produce un aumento de la SHBG, con lo que disminuye la testosterona y la resistencia a la insulina provoca un aumento de la grasa visceral, que es donde se encuentra la enzima aromatasa.

Dentro de los síntomas que encontramos podemos destacar una caída en el estado de ánimo, fluctuaciones emocionales o predisposición a la depresión. También existe menor capacidad para tomar decisiones, falta de líbido, fatiga, pérdida en la calidad de las erecciones y disminución del deseo sexual. Se produce un descenso de masa muscular por disminución de la tasa metabólica basal y una mayor predisposición de resistencia a la insulina, diabetes tipo2 y síndromes metabólicos asociados (aumento de peso, irritabilidad, disminución en la capacidad del músculo cardíaco de bombear con eficiencia, pérdida en la mineralización de los huesos, alteraciones en la próstata etc).

Tratamiento del hipogonadismo secundario

En los casos de niños que no han acabado de desarrollar las características sexuales masculinas, en la adolescencia se suelen realizar aplicaciones de GNRH, FSH y LH en diferentes concentraciones para intentar inducir a una respuesta por parte del testículo. En caso de que no tener buenos resultados se procede a administrar testosterona en forma de parches, geles o inyecciones.

Tratamiento del hipogonadismo primario adquirido

Se trata de casos en los que el testículo ha dejado de funcionar por diferentes razones como puede ser la andropausia y en los cuales se intenta por un lado abordar que el testículo provoque la liberación de testosterona o bien aplicarla de forma directa.

¿Cómo estimular la producción de testosterona de manera natural?

Lo más importante es que la persona se encuentre con un porcentaje de grasa relativamente bajo, un 14-15%como máximo pero nunca por debajo del 8-9% ya que esto podría producir deficiencia de reservorios grasos y el organismo necesita grasa para producir hormonas sexuales y para que el eje hipotálamo-hipofisario funcione bien. En el momento en el que tenemos controlada la grasa no se produce una excesiva actividad de la aromatasa, con lo que podremos controlar el estrógeno y al reducir su cantidad también se conseguirá un descenso en la cantidad de SHBG.También es importante mejorar la sensibilidad a la insulina ya que todo hombre con una sensibilidad a la insulina correcta tiene los niveles de SHBG más bajos, con lo que la testosterona libre en sangre será mucho mayor.

Hacer deporte también es muy beneficioso, en especial ejercicio anaeróbico que permita realizar roturas de fibras musculares que provoquen que el organismo aumente la testosterona ante este estímulo anabólico de forma compensatoria. Una alimentación rica en grasas es otro factor fundamental, sobre todo rica en colesterol, por eso las yemas de huevo ayudan en estos casos ya que a partir del colesterol podremos obtener la sustancia precursora por antonomasia para la formación de todas las hormonas esteroideas entre las cuales encontramos la testosterona. Otros ácidos grasos provenientes de semillas, frutos secos, aceite de coco o el pescado azul también nos ayudarán.

Si quieres saber más sobre las grasas y su importancia, visita el siguiente post: Grasas: Qué son y por qué añadirlas a tu dieta

No debemos olvidarnos del consumo de zinc, que se puede encontrar en algunos alimentos como los piñones o el marisco y en forma de mineral aislado. El zinc tiene la capacidad de modular el funcionamiento de la aromatasa. De la misma forma, es importante controlar el estrés ya que como hemos dicho, es fundamental vigilar el cortisol para que el testículo funcione bien y los niveles de testosterona se encuentren altos.Ocasionalmente podemos recurrir a la suplementación de productos que puedan ayudar a realizar un estímulo en la formación de testosterona por parte del testículo, como ácido aspártico, fenogreco, muira puama o maca.Por último, indicar que se ha demostrado que una vida sexual activa y satisfactoria permite que el testículo tenga que adaptarse a esa situación y libere más testosterona.

REPOSICIÓN DE LA TESTOSTERONA

En el caso de haber intentado de forma natural lograr la liberación de testosterona sin éxito, se puede determinar la administración de testosterona de manera crónica (con parches, geles transdérmicos o infiltraciones). Un hombre adolescente libera 70 mg de testosterona semanalmente, por lo que a la hora de hacer una reposición lo ideal es administrar entre 50 mg y 100 mg a la semana. Es preciso realizar controles de las analíticas para verificar que la testosterona vuelve a estar en rango y es importante vigilar los posibles efectos secundarios que pueden aparecer. El estradiol no debe elevarse demasiado y también es importante controlar la aromatización ya que podría aumentarse y provocar ginecomastias o retención de líquidos.

A pesar de que la testosterona se encuentre en un rango aceptable el estrógeno puede impedir las acciones de la misma, en ese caso nos encontraríamos con una persona con alteraciones en la líbido y en toda la esfera sexual.Cada 6-12 meses el paciente debe someterse a una ecografía prostática para controlar el PSA, y de la misma forma es fundamental vigilar la tensión arterial ya que la posible retención de líquidos podría aumentar la presión sanguínea. La prolactina tampoco debe elevarse ya que de hacerlo produciría una alteración del eje hipotálamo-hipofisario. Para intentar que la testosterona no termine de inhibir por completo al testículo, se puede aplicar HCG (hormona gonadotropina) a razón de 500 unidades a la semana de forma que el testículo siga produciendo cierta cantidad de testosterona endógena. Por último, para evitar la aromatiación se recomienda utilizar inhibidores de la aromatasa (Aromasil, Arimidex o Femara) a baja dosis para intentar impedir que se eleve la producción de estrógeno.

Como conclusión...

Indicaros que la testosterona es la hormona sexual por excelencia, la que determina las características masculinas y es importante tanto para el hombre como en la mujer. Incide en el rendimiento deportivo, en la esfera sexual y en la parcela cognitiva y emocional. Con este post doy por finalizada la sección de artículos dedicados al estatus hormonal y os espero en las próximas semanas para hablaros de los trastornos intestinales.

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